Nacido en 1987 en Algeciras, Pepe Fernández se crió entre los guisos de su abuela y el sabor que todavía hoy asocia con su infancia: «carne churruscada en leña y metida en pan». Empezó fregando platos en Tarifa, aprendió a servir en el Hotel Alborán y tuvo a Tili como su primer maestro en el Bar Ivory. Con 23 años, viajó a Londres y conoció la cara amarga del oficio. Volvió a España con un objetivo claro: alta cocina en Madrid.
Tras formarse en la escuela Aranda, trabajó en El Club Allard —dos estrellas Michelin— con José Carlos Fuentes, quien le introdujo en la cocina japonesa. En Étimo aplicó técnicas francesas con Begoña Fraire y aprendió de Jairo Calvo la precisión y el respeto hacia el producto.
Fue entonces cuando Chiho Murata le propuso dirigir Pilar Akaneya. Pepe fue a formarse a Barcelona, trabajó el concepto de Madrid y junto a Murata creó el Menú Sansekai: una experiencia sumibiyaki inspirada en Japón. «Nunca antes trabajar fue tan gratificante».